Análisis. Qué hay detrás del escándalo políticoEl conflicto de Chubut es uno de esos problemas en los que todos tienen algo de culpa y ninguno la tiene todaPolíticaPor Joaquín Morales Solá
Probablemente, Javier Milei y Mauricio Macri se reunirán por fin durante esta semana. Ese es el compromiso que existe entre ellos desde antes del viaje del Presidente a los Estados Unidos, según se aseguraron mutuamente. Será una buena oportunidad, porque es hora de que en alguna instancia cimera se saque el pie del acelerador y se abra un espacio de negociación política en medio de un escándalo que ni siquiera tiene los condimentos necesarios de un escándalo. La política parece girar en el vacío. En efecto, solo en un país muy extraño un juez debe recordarles a los políticos que tienen el deber de sentarse a conversar. Eso sucedió ayer cuando el juez federal de Rawson, Hugo Sastre, dictó una resolución en favor del gobernador Ignacio Torres en su ruidosa batalla contra el presidente Javier Milei. Sastre fue salomónico: le exigió al gobierno federal que en adelante no retenga fondos de esa provincia que le corresponden por la coparticipación, pero no lo obligó a devolverle a Chubut los 13.500 millones de pesos que Milei ya le retuvo la semana pasada y que provocó el escándalo político en boga. El juez Sastre los convocó a los dos en esa misma resolución a negociar un acuerdo sobre la devolución de los recursos que Chubut realmente le debe al gobierno nacional desde la época del anterior gobernador, Mariano Arcioni, un massista que endeudó a la provincia sin límites ni medidas. Un mal gobernador.